Barrio Miguel Aráoz, entre las ganas y el olvido

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El barrio Miguel Aráoz, en la zona sur de la ciudad, con acceso frente a la Escuela Agrícola por Avenida Banchik,  nació hace casi 50 años.

En principio las calles fueron designadas con el nombre de roedores; Las Comadrejas, Los Cuices, Las Ardillas, Los Castores, pero alguien tomo la decisión de unificar los nombres con los de las calles del barrio El Tribuno aledaño, que fueron designadas con nombres de periódicos y radios.

El barrio ofrece el panorama de aquellos sectores que se urbanizaron “a mano”, es decir fuera de planes y construcciones unificadas, sino con el esfuerzo personal de quienes edificaron sus viviendas en la medida de sus posibilidades, con ayuda cada tanto de alguna gestión municipal, cuando se acordaron  que hacía falta  algún servicio.

Tanto es así, que la línea urbana de colectivos N0 22  hace 15 años pasaba cada dos horas, porque no había acceso directo, como ahora, a través de la rotonda de la Escuela Agrícola, sobre avenida Banchik (Ruta Nacional 51). Ahora el 8A tiene una frecuencia medianamente aceptable para servir a las 50 manzanas.

“Ingresé al centro vecinal en 2015, fui a ver uno de los secretarios con una carpetita llena de notas, y ese funcionario me dijo pero vos vivís en una zona residencialprivada, dijo a Carta Urbana Soledad Rearte,  presidenta del centro vecinal. En todo dependemos  de los barrios vecinos;  en nuestro barrio no hay centro de salud, ni destacamento, ni escuela. El colegio de Aráoz es solo de nombre, porque está en el barrio Intersindical”.

La mixtura típica del esfuerzo por afincarse, tener un lugar,  se percibe en calles de tierra con agua encharcada, otras pavimentadas pero con la misma cantidad de agua, alguna obra suelta de pavimento, todo como con  alguna intención de darle definición,  terrenos baldíos abandonados. Varios de ellos están en venta y probablemente no haya en la ciudad, baldíos disponibles para edificar, aunque al mercado inmobiliario le resulte poco atractivo.

“No tenemos plaza, lo único que tenemos como espacio verde y saludable es un playón que pertenece a la subsecretaria de Deportes de la Provincia”, explicó Soledad Rearte. Para Soledad “se trata de un sitio bastante olvidado”, donde sin embargo se hacen actividades deportivas y recreativas. Está ubicado  en Radio del Plata y la Unión de Catamarca, y el Centro vecinal debe pagar para mantenimiento y limpieza.

Una de las esquinas del playón con basura.

Soledad tiene muy presentes también, aunque sin rencores, algunas maniobras de la gestión comunal anterior (Miguel Isa) para que no logre la conducción del centro vecinal. “Me interesan los vecinos, no la política” dijo.

En una de las esquina del playón  la Municipalidad hizo hace poco nivelado de calles y levantó micro basurales, pero nada distingue a este de otros sectores de la ciudad, donde los vecinos hacen honor a la inveterada costumbre de arrojar residuos en las esquinas o donde mejor les venga.

“Estamos logrando buena respuesta del secretario de Ambiente municipal, Gastón Galindez dijo Soledad, pero no basta con un solo corte de pasto,  tenemos más que hacer para mejorar. También le pedimos a los vecinos un poco de conciencia, de amor  por su barrio, por su espacio; no tiren más basura en cualquiera lado”. Agradeció también la colocaion de contenedores para depositar basura domiciliaria.

En uno de los extremos de calle La Nación, se nota agua acumulada de hace mucho tiempo, anegando todo el ancho de la calzada. Soledad explicó que “estamos al lado del barrio Intersindical  y de barrio El Tribuno. Las calles están ubicadas para que el agua se venga para nuestro barrio y desemboque en un supuesto canal, que está mal hecho.Supuestamente está terminado y es para desembocar toda el agua que viene de los barrios vecinos para que salga al canal que está en la Ruta 51, pero eso no pasa.”

Calle La Nación, con agua casi eterna.

«Quiero resaltar algo y es que con la gestión del intendente actual, me abrieron un poco las puertas. Hoy estamos trabajando con el señor Francisco Agolio (Subsecretario de Obras Públicas) con Medio Ambiente y muy de a poco vamos consiguiendo cosas; necesitamos pavimento”.

De esta nota participó, Marta Alicia Moya,  entusiasta vecina del barrio, que reside hace 25 años en el lugar y aportó datos de interés. “Estamos colindando  con tres barrios, a veces se aprovechen de nuestra  nobleza  y vienen a tirar basura”, advirtió Marta Alicia.

 

 

 

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